Un poco de fauna.

Aunque no está toda pues es mucha la que hay por la zona, voy a ir subiendo la que he podido fotografiar.

En primer lugar voy con una espectacular Papilio Machaón Es fácil fotografiarlas a primera hora de la mañana (si se encuentran) cuando todavía no les han dado los rayos del sol y están adormiladas.

Y continuando con los alados vamos con unos fantásticos depredadores de río, tanto cuando están en su fase larvaria bajo el agua, como cuando salen de esta y se vuelven auténticos acróbatas del vuelo.

Arriba dos libélulas y abajo un caballito del diablo, aunque son parientes no son lo mismo. Pertenecen al mismo orden (Odonatos) y su aspecto es similar aunque hay notables diferencias que te permiten distinguirlas si se quedan un rato quietas.

Desgraciadamente cada día quedan menos abejas trabajando por la zona, por no decir que no queda ninguna.

Bombus terrestres o abejorro común

Y aquí uno de esos insectos que oímos junto a nuestras cabezas al ponerse el sol en verano, pero que son muy difíciles de ver, en este caso una hembra de ciervo volante (Lucanus Cervus)

¿Y esta lagáchima ? pasaba por allí.

Y pasando a los reptiles y anfibios, aquí tenemos una pequeña cría de ocelado.

Si buscamos por los arroyos en sus cauces tranquilos, con un fondo de barro o con hojas en su lecho, no será difícil encontrar algún tritón jaspeado haciendo compañía a sus amigas las ranas.

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Esta peculiar formación de telarañas que en ocasiones suelen tener hasta 1 metro de diámetro, no son más que las construcciones que llevan a cabo las arañas rojas, aunque realmente son unos ácaros que para su defensa y poder moverse por la planta crean estas espectaculares estructuras. Para verlas bien se hace imprescindible el uso de una lupa y solo se encuentran en verano, más abundantes cuando estos son calurosos y secos.

Estas no son diminutos ácaros y lo más desagradable es cuando instalan su tela en medio de algún camino y te la llevas puesta a modo de máscara.

Otro insecto difícil de ver durante el día y fácil por la noche, creo que no necesita presentación.

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Esta pequeña vívora de seoane intentó dejarme un recuerdo en la mano, por suerte para mi no andaba muy rápida de movimientos y no lo consiguió, aunque lo intentó varias veces.
El frío hace que estos reptiles tengan sus músculos ralentizados.

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Este pequeño petirrojo se acercó a observarme a mi mientras andaba buscando otro tipo de fauna.

Y como despedida este simpático gorrión que fue "cazado" este invierno mientras tomaba el sol después de pasar una gélida noche en la que los termómetros marcaron - 4º