sábado, 12 de noviembre de 2011

Hórreos




En esta nueva entrada muestro los 10 hórreos que se encuentran en Velouris. Hórreos que se utilizaban para guardar y conservar los alimentos alejados de la humedad y de los animales para mantenerlos en un estado óptimo para su consumo. La mayoría de ellos con la llegada del ladrillo y cemento, fueron perdiendo sus características paredes construidas con piedra y listones de madera para darles un aire "mas moderno"



Este del cual pongo dos fotografías es uno de los más peculiares, fue construido por encima del camino y como anécdota contar que cuando llegaron los primeros tractores tenían que medir la altura de la carga, pues si se excedía mucho no pasaban por debajo del mismo, posteriormente se le dío más profundidad al camino por lo que el problema quedó solucionado.
Hoy en día es al revés, ya casi no pasan tractores y menos aún carros.


Este es uno de los dos que quedan con su antiguo cerramiento de listones de madera y el resto construido en piedra.





Este aprendiz de hórreo hace años tenía el doble de longitud, pero por razones que desconozco fué reducido a la mitad. Según me ha confirmado su propietario este año 2017 y como ya me dijeron anteriormente, la mitad que falta, fue destruida al caerle un árbol durante un temporal.



Este es el otro que aún conserva su cierre de madera y lo que es más difícil, la característica pintura roja con la que los recubrían.

Como se puede apreciar, hoy en día poco tienen que ver con aquellos años en los que el maiz llegaba hasta el techo y colgando de este los quesos metidos en cestos de mimbre con paja para que corriera el aire y tuvieran una perfecta curación.


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Este ultimo no pertenece a Velouris, se encuentra en el concello de Paderne, pero lo pongo como claro ejemplo de lo que eran los horreos en la zona, construidos totalmente en piedra y con los cierres en listones de madera, pudiéndose apreciar todavía en la parte superior derecha restos de la característica pintura roja. Como se puede ver en la parte inferior, aprovechaban los huecos que quedaban debajo del mismo como gallinero o conejeras. Este tiene además la peculiaridad de que fue construido encima de una roca que sobresalía en el terreno.


martes, 8 de noviembre de 2011

O mellor pan do mundo

Durante este pasado verano pude disfrutar de un momento que me trajo muchos recuerdos de mi infancia y para mi hijo Alejandro fue la primera vez en su vida que veía como hacían y horneaban el pan nuestros abuelos.


Empezamos calentando el horno con leña. Al principio las piedras de su interior se ponen negras con el humo, pero poco a poco según van cogiendo calor se vuelven blancas.


Es el momento de limpiar bien su interior, empezar a meter el pan y posteriormente las empanadas.

En esta ocasión fueron 3 empanadas, zamburiñas, carne y de beicon con queso, a cual de ellas mejor.


Una vez se encuentra todo horneado y en su punto, a comer. Buen provecho.

Solo queda dar de nuevo las gracias a mi familia por ofrecernos un día tan especial.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Chega o frío.

Mientras voy preparando algunas fotos para ir subiendo en los próximos días, voy a dejar unas instantáneas de mi amigo Víctor, tomadas en una de las nevadas que tuvieron a principios de este año.


Solo con mirarlas podemos hacernos a la idea de lo fríos que pueden llegar a ser algunos días de invierno.






sábado, 6 de agosto de 2011

Os 4 muíños


Después de una temporada sin mucho tiempo y ahora que disfruto de unos días de tiempo libre subo unas fotografías de los 4 molinos a los que antaño movían sus maquinarias las aguas del arroyo Portonovo. Molinos de los que salió la harina que alimentó a nuestros padres, abuelos y demás antepasados hace ya muchos años y que hoy desgraciadamente se están perdiendo en lo más hondo del bosque sin que nadie haga nada por remediarlo.

Personalmente aún hoy en día añoro aquellas papas de maiz o las filloas que me hacía mi abuela Manuela, cuando con mi abuelo Angel en unas ocasiones o mi tío Antonio en otras, volvíamos ya anochecido de recoger la harina de los granos que habíamos dejado moliendo durante la tarde y con la que me preparaba tan suculentos platos, sin olvidar el pan o las tortas que cocíamos en casa con la harina recién molida, produciendo un pan moreno con sabor a lo natural que hoy en día es imposible de encontrar.

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En primer lugar por su margen izquierdo y siguiendo el curso del río nos encontramos el de Velouris, al cual me resultó imposible acceder por el camino que antiguamente conducía a el, teniendo que hacerlo por las orillas del cauce del río y no sin esfuerzo.

Como se ve en la foto superior la maleza está acabando con los accesos y aunque no lo parezca, el molino está detrás, eso si cubierto de una frondosa manta de hiedra.

Incluso el canal por el que se encauzaba el agua desde el que posteriormente caía provocando el movimiento de la muela, se encuentra prácticamente tapado.

¿Lo veis? Aunque no lo parezca está justo en el centro de la fotografía, en la siguiente foto se puede hacer uno a la idea de como está actualmente.




"Por suerte" en su parte delantera está aún algo despejado de maleza, todo ello me imagino debido a la espesura de los eucaliptos que hay plantados y que prácticamente no dejan crecer nada debajo de ellos, supongo que por la poca luz que dejan pasar entre sus copas. Aunque no lo parezca esta fotografía y la siguiente, están hechas a media mañana en un momento que lucia el sol y aún así tuve que hacer uso del flash para que salieran medianamente bien.






Como se puede ver en su interior aún tiene casi todas sus piezas.
El cajón o hucha en forma de pirámide invertida donde se depositaba el grano que iba a ser molido y que poco a poco iba cayendo por el orificio que tenía la muela (a moa), la piedra circular de granito que en la fotografía se ve más blanca y que está asentada sobre otra (mesa) tambien de granito pero de mucho más grosor y que permanecía en todo momento inmovil, mientras la superior iba girando movida por la fuerza del agua que golpeaba en la rueda con aspas que se ve en la izquierda de la foto, la cual se encontraba colocada debajo
del molino justo donde un caño o tubo expulsaba el agua fuertemente contra esta, transmitiendo su movimiento giratorio a la rueda superior (a moa ) a través de un eje metálico para que esta poco a poco fuera triturando el grano, el cual según el uso que se le fuera a dar podía salir más fino, como por ejemplo cuando se iba a usar para consumo humano, o más bien de grano grueso, cuando iba a ir destinado para uso animal, consiguiendo ese resultado final subiendo o bajando unas palancas las cuales hacían que entre la muela superior y la mesa inferior hubiese más o menos fricción.

En esta ultima foto del molino de Velouris vemos la parte inferior del mismo. Al fondo a la izquierda el caño por donde salía el agua a presión que hacía girar la rueda con aspas al golpear sobre esta, y en el centro el eje metálico que transmitía la fuerza a la muela superior.
Son ya unos 30 años los que debe llevar sin usarse y si nadie lo impide al igual que sus hermanos, terminarán llevándose las piedras para adornar algún jardín y con el tiempo caerán sus paredes muriendo en el olvido de los más profundo del bosque.

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A continuación muestro los tres restantes, los cuales se encuentran a la altura de Santiso, aunque dudo que fueran todos de uso exclusivo de esa aldea, pues muy próximo está Carballo Torto y me extraña que no tuvieran ninguno, aunque ese ultimo dato espero averiguarlo en breve.



Esta y las cinco siguientes fotografías pertenecen al mismo, situado en la margen derecha del río y muy próximo a la aldea de Santiso, a unos 200 metros aproximadamente.

Como se puede apreciar, se encuentra con el techo hundido y sin puerta, aguantando como puede el paso del tiempo por el, este si la memoria no me falla ha funcionado hasta hace unos 20 años.





En este molino aún se pueden ver los restos de la rueda de la parte baja que transmitía la fuerza a la muela, así como las palancas que la hacían subir o bajar para conseguir la textura deseada de la harina, pero en este caso le faltan las aspas pues la mayoría estaban hechas de madera, la cual mientras se mantenían en uso duraba muchos años, pero al abandonarse la humedad, la carcoma y el moho se las comen rápidamente.


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De este tercer molino solo pude sacar 2 fotos, pues por la parte de su entrada es tal la cantidad de maleza que tiene que hace imposible acceder a el. Está situado en el margen izquierdo, por lo que podría pertenecer a Carballo Torto, aunque también llama a error que por debajo del mismo y para cruzar el río, existe un viejo puente de madera hoy en día tapado por el musgo, sobre el que no me atrevería a poner ni un pie y que por la situación daría paso a las gentes de Santiso.


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Y a continuación el cuarto y ultimo también en el margen izquierdo, el cual creo tambien que ha estado funcionando hasta hace unos 20 años o incluso alguno menos pero no puedo confirmarlo. De este guardo gratos recuerdos, pues por la parte baja del mismo existe una fervenza donde de pequeños acudíamos muchos días a bañarnos en la pequeña poza que se forma debajo de la misma.
Está situado justamente antes de empezar las fuertes pendientes que conducen el río hacia la fraga en busca de su hermano mayor, el Mandeo y en cuyo recorrido existen dos fervenzas dignas de ver, pero eso queda para otra ocasión pues las fotos aún no están hechas, aunque no van a tardar mucho en tener la visita de mi cámara.

Como se puede apreciar, este ultimo parece que ha tenido la visita de alguien que se encaprichó de su piedra circular (a moa) y que gracias a su facil acceso por camino, lo elevado de este respecto al molino y posiblemente usando una pluma la cargó y hoy en día estará ejerciendo de mesa en algún jardín privado.


Espero que algún día alguien tome medidas con estas joyas del pasado y no se permita que mueran en el olvido, acordándose de que existieron y el uso que se les dio cuando ya no quede nada de ellos.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Regato Portonovo

Hoy me toca dedicarle un poco de mi tiempo a este aprendiz de río, que sin llegar a serlo nunca, vuelca sus aguas en el Mandeo una vez recorridos los 4 kilometros que lo separan de su nacimiento en As Carriceiras.

Destacar que hoy en día he podido observar que se encuentra con un caudal inferior al 50% de lo que presentaba hace muchos años en primavera, para hacernos una idea por lo que vamos a ver en las fotografías, más bien se parece al cauce que presentaba a finales de agosto o septiempre en los veranos muy secos. Me imagino que la culpa entre muchos otros factores la tienen los miles de eucaliptos que se encuentran sembrados a lo largo de su cauce y que están causando verdaderos desastres ecológicos en muchos ecosistemas de rivera.

Alto da Salmarra
Tiene su nacimiento como ya he dicho anteriormente en la braña llamada As Carriceiras ,entre el monte de Santiso y Torrelavandeira, en el valle que se ve a lo lejos detrás de los pinares de la foto superior, aunque recibe un gran aporte de sus aguas del rego de Velouris, que nace en pena Chantada, fuente de la Salmarra, la Braña de la Pena Parda en la siguiente foto y de As Furadas aunque de esta ultima no he podido poner fotos pues me fue imposible acceder por los caminos habituales al estar totalmente cerrados por la maleza.

Braña da Pena Parda

En sus comienzos es un simple hilo de agua que apenas se ve entre la maleza que lo cubre y lo profundo de sus canales en algunos tramos.

Como se aprecia en esta foto, en algunos tramos cuesta seguir su curso, aunque no lo parezca va escondido por debajo de los eucaliptos caídos.

Cubo do muiño

Una vez que abandona el monte lo primero que se encuentra es el llamado "cubo do muiño" o lo que queda de el. Este consistía en una pequeña presa de unos 20 m. de largo por unos 2 a 3 m. de ancho y una profundidad de no más de metro y medio, en la cual se embalsaba el agua que se utilizaba para mover el molino de la aldea, pero ese junto con sus otros 3 hermanos quedan para otra ocasión.
En las fotos y para que sirva de homenaje, mi fiel compañera Morita, que a pesar de lo avanzado de su edad siempre me acompaña en mis aventuras fotográficas por la zona.

En esta foto se aprecia lo que fue el cubo, aunque hoy en día como se aprecia a la derecha de la foto se encuentra lleno de tierra que han ido arrastrando las aguas en invierno y sobre la que ha crecido todo tipo de flora silvestre.
Personalmente guardo muy buenos recuerdos de este sitio, donde de pequeño y en los días más calurosos acompañaba a mi tío al molino y aprovechando que estaba lleno antes de ponerlo en marcha me metía a bañarme a pesar de lo frío de sus aguas.

Una vez que abandona el cubo por una grieta, se precipita pendiente abajo buscando su antiguo curso, volviendo a discurrir medio escondido intentando pasar desapercibido.


Por debajo del viejo molino su fondo de piedra se torna de color rojizo debido a los pedazos de viejas tejas que con los años han ido cayendo a sus aguas (hoy en día cubierto con Uralita) y como hecho curioso de la madre naturaleza unos metros por debajo del mismo, se puede ver la impresionante raíz de un viejo Salgueiro, que a modo de puente arqueado cruza sobre sus aguas.





Una vez que se abandona la zona de Velouris y recogidas las aguas del regato que lleva su mismo nombre, el rego de Portonovo va cogiendo forma y poco a poco va enseñando sus aguas, antaño muy trucheras, aunque en la ultima visita que hice esta pasada semana santa aun pude observar alguna auténtica Salmo trutta nadando libremente.


Justo a su paso a la altura de Santiso tiene un pequeño tramo que discurre rápido y alegre entre un fondo muy poco profundo de piedra, lo que va preparando para lo que se va a encontrar unos cuantos metros más abajo.


Ya por esta zona y con un buen cauce después de recoger aguas de pequeños regatos y fuentes que van apareciendo a su paso por sus márgenes, se va internando en un bosque cada vez más espeso y difícil de andar por sus orillas, más aun hoy en día que la zona se encuentra abandonada y no se ve ninguno de los viejos caminos que había por sus orillas.

En esta foto y al fondo se puede ver camuflado intentando pasar desapercibido en el entorno, el viejo puente de madera que daba paso a uno de sus molinos y que hoy en día se encuentra cubierto de hierba al no usarse. Intenté pasar por el, pero no me dio suficiente seguridad a pesar de estar hecho con gruesos troncos de roble.


Ya por ultimo una foto que me trae muy buenos recuerdos de mi juventud, donde me bañaba en compañía de la cuadrilla que formábamos los chavales de Velouris allá por los años 80 y que tantas aventuras corrimos por la zona.
Esta es la primera de las tres fervenzas que posee antes de bajar por fuertes pendientes para depositar sus aguas en el Mandeo, a ella se puede llegar "facilmente" aunque el día que me acerqué para hacer las fotografías me cayó una tormente que me tuvo durante más de 30 minutos refugiado en un viejo molino en ruinas y casi daba más seguridad estar fuera de el expuesto a los rayos, que dentro con la amenaza constante de caerse de un momento a otro.
De las otras dos fervenzas una es espectacular y las voy a intentar fotografiar este próximo verano, siempre que encuentre alguien que me acompañe, pues la zona no es de lo más aconsejable para visitar uno solo dado lo abrupto y resbaladizo del terreno.

Espero que guste y de nuevo recordar que pinchando sobre las fotos estas aumentan de resolución.